La Ley del Deporte

FEDERICO "EL LOBO" MULLER

EL INSOMNIO

El insomnio es la dificultad para iniciar, y mantener el sueño un número de horas suficiente. También cuando además se perciben las consecuencias durante el día: uno se siente cansado, desmotivado, tiene problemas de concentración, ansiedad, sofoco, ira, malestar, e irritabilidad. Llega la factura de una mala noche enseguida…

El que tiene problemas, cuando se tiene que meter en la cama, inicia con su pesadilla: «me intento dormir, no puedo, me aburro, y me pongo nervioso», o «unas horas antes de la cama ya me «hago la cabeza» de que la noche se me va a hacer eterna, o «dormí la siesta y ahora a la noche no sé que voy a hacer», o «me voy a inquietar y voy a ir a la heladera a «arrasarla» para que me dé «modorra».

Uno de los grandes problemas de la sociedad actual es que estamos privados del sueño, no dormimos lo suficiente, por nuestras conductas y consumos, por las preocupaciones, trabajos, viajes, y, en definitiva, por nuestra calidad de vida.

El sueño es determinante para que funcione bien nuestro sistema inmunológico. Y, si no descansamos bien, esto puede super afectarnos. Tanto es así que se dice que El Insomnio favorece la paranoia, las alucinaciones, desconexión con la realidad, problemas médicos, como el ACV, la presión arterial, el cáncer, y hasta la muerte.

El sueño es imprescindible para que estemos sanos desde el punto de vista mental y físico. Si no dormimos bien, el día casi que será una tortura también. Nos duele todo. Y podríamos buscar desesperadamente alguna droga que nos «salve la vida».

Hay razones que pueden ser las responsables del insomnio: Enfermedades de perfil psicológico, personas con tendencia al insomnio y se meten en una especie de bucle, de forma que cuanto menos duermen más ansiedad les produce, hay un mecanismo psicológico que hace que no se puedan «desenchufar», como no poder dejar de pensar en lo que tienen que hacer cuando arranquen el día.

Biológicas, como un inadecuado nivel de serotonina y melatonina. Hormonas que favorecen el sueño, lo regulan, y hacen que este sea más sereno, profundo y placentero.

Por la noche la que predomina es la melatonina, pero para mantener un buen equilibrio tienen que ir intercalándose: de día, serotonina, y de noche, melatonina. Estas oscilaciones hormonales hacen que disminuya la producción de la otra hormona, el cortisol, que nos ocasiona estrés.

Existen razones físicas que hacen que no durmamos bien, como la apnea del sueño, picazones, resfríos, dolores musculares, óseos, tos, ronquidos, y por eso se tienen pausas durante el sueño, y hacen que este sea más ligero y fragmentado. Se nos meten en la cabeza y luego se intensifican en el cuerpo, recorriendo un círculo vicioso. Por otro lado, hay personas que por temas hormonales tienen problemas de insomnio, como las mujeres en menopausia.

Y también razones ambientales no llevan a tener insomnio, como trabajos con turnos rotativos que, lógicamente, producen insomnio. El estrés laboral, malas condiciones, problemas económicos y financieros, el tránsito, o violencia doméstica, pueden despertarnos mal.

El insomnio tiene solución si buscamos bien la causa, tal y como sucede con cualquier problema médico. El problema es que muchas veces no está bien tratado porque necesitas tiempo, y se necesita hacer un estudio del sueño.

Muchas veces se recetan hipnóticos, y si ya directamente le dan eso sin investigar por qué tiene ese problema de sueño, no solucionas el problema, y a lo mejor agravas con el tiempo porque le das algo para dormir, que a veces tiene efectos secundarios, se desarrolla tolerancia y dependencia, y sin esa pastilla no podés dormir. Para colmo tenés que subir la dosis para dormir, y estás igual de mal, pero además adicto a la medicación.

Lo más importante es ir a un médico, saber por qué se tiene ese problema de sueño y una vez que identificas la causa, tratarla. Si es un paciente que tiene apnea del sueño, o estrés, si no le tratas la apnea de sueño o el estrés, no podrá descansar bien.

Es imprescindible que tengamos horarios más o menos regulares para dormir, hacerlo en un ambiente tranquilo, hacer ejercicios o caminatas, no fumar, evitar el consumo de alcohol, café o bebidas estimulantes. 

Cuando tiene que dormir nuestro cerebro y estar despierto, es muy rítmico, porque son hormonas. Entonces, le podemos enseñar regularidad de horarios, para que esas hormonas se fabriquen en el momento justo, da lugar a conciliar mejor el sueño, o que este sea más natural.

Otro aspecto a cuidar es el uso de la tecnología, las tabletas, móviles, pantallas, o la televisión; dispositivos que se ponen cerca de la cara y que emiten luz directa a los ojos. Esa la luz inhibe la secreción de melatonina, hace que el sueño se retrase, y nos activa mentalmente.

Seguir una dieta equilibrada, comer mucho no nos hace descansar bien, no es bueno para nada, nunca. Hay que ir a dormir como dos horas después de haber cenado porque la comida puede alterar el sueño, evitar tomar líquidos en exceso desde el atardecer, ya que aumentará la probabilidad de que uno se despierte durante la noche para ir al baño.

Otro consejo es la exposición a la luz solar durante el día. A veces estamos con luz muy tenue y que no es natural, y esto afecta a que nuestro cerebro no sea capaz de tener esos contrastes, para saber cuándo fabricar esa melatonina.

Para cenar, se recomiendan las bananas, la avena, la miel, la leche caliente, el pollo, las papas, las semillas de lino, el pan integral, el té de manzanillas, de tilo, de valeriana, la pasionaria, las almendras, o un vaso de yogur.

El Melatol plus anda bien, y con el correr de los días va haciendo más y más efecto. El cuerpo lo va absorbiendo y haciendo buen uso de esto.

Melatol Plus es un inductor del sueño y sedante que combina Melatonina con Valeriana, Pasiflora y Tilo, componentes de origen natural para cuadros de insomnio asociados a estados de inquietud o intranquilidad.

Es un calmante nervioso, debido a sus efectos sedantes. Con frecuencia, la mejoría del insomnio no es advertida hasta pasados unos días desde el comienzo del tratamiento. Si no presenta mejoría sintomática pasado un período prudencial, consulte a su médico.

Otra variante es no estar en la cama si no se duerme. Si no logras conciliar el sueño, hay que levantarse y realizar actividades tranquilas, desestresantes, como leer, escuchar música relajante, y con luz tenue. Cuando se sienta el sueño nuevamente, acostarse.

Existen también algunos productos naturales como la lavanda, que se considera desde hace tiempo que ayuda a la relajación y mejora el sueño. Se puede rociar las sábanas y el dormitorio.

Tomar un baño caliente antes de acostarse. De noche tu temperatura corporal aumenta, con un baño irá bajando, lo que hace más fácil que se quede dormido. El cambio de temperatura que hay cuando sale de tomar un baño le da la señal al cuerpo de que es hora de dormir.

Hacer meditación o mind fullnes para concentrarse en la respiración, el cuerpo, la mente o los pensamientos, sirven para desmalezar la inquieta cabeza, que quizás no para de producir sus propios programas.

Y creer, tener fe que podes, ser amigo de vos mismo, y tener presente que lo más grande surge en las situaciones traumáticas, no «tirar la toalla», y seguir combatiendo tu problema de Insomnio con constancia.

Una piedra en el estanque mueve hojas y camalotes, y todo lo de adentro del estanque con las turbulencias. Lo mismo ocurre con los trastornos, moviendo cosas, haciendo un cambio, poniendo una piedra, pasan cosas que antes no pasaban. Por pequeño que sea el cambio o la piedra, impacta, tanto en lo bueno como lo malo.

Hay qué seguir aprendiendo, y construir el carácter para dejar atrás algunas conductas que nos restan, sostener las buenas con determinación, e ilusión por ir mitigando tus problemas. En este caso el trauma de la cama. Se dice que: «El éxito es andar intentando de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo».

Decir lo que no haces bien y hablar de tus traumas en la cama para mejorar, es imprescindible. Ponerlo en agenda y ocuparte. Siempre hay un camino para darle una sana respuesta. Un problema es sinónimo de una oportunidad para afrontar un cambio y mejorar.

Este problema del insomnio ha empujado a la entera humanidad a consumir relajantes, y antidepresivos como el clonazepan. Mucha gente se alivia, pero mucha cae en esta conducta y se vuelvan adictas porque se desesperan y no lo pueden controlar. Y nos pueden enfermar el hígado o el riñón; problemas respiratorios; depresión, problemas del ánimo, o pensamientos de suicidio.

Y por último, si los mezclas con alcohol y cocaína, como hacen muchos «pibes», podés convertirte en un lobo feroz, estar más de una semana sin poder cerrar los ojos y en el medio cometer los siete pecados capitales, y si hubiera ocho, también, y eso naturalmente que lesiona nuestra mente, que nos hará sufrir hasta pasar el límite de lo tolerable.

Y para dormir necesitaremos «una bolsa arpillera» de drogas, y luego otras para vivir. Hasta ser una «farmacia y un cartel narco andante». Y todo eso nos va a derruir. Nos transformará nuestra vida, en una vida tenebrosa, dolorosa, indigna, satánica, y con mucho «perfume a muerte». No podés hacer nada bien sin descansar. Si no descansás… ¡Seguro que detonás!

CHARLAS DE PREVENCIÓN DE ADICCIONES CONCORDIA

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