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LA LEYENDA DE CITRÍCOLA PINDAPOY POR «LA LEY GASTRONÓMICA»

Pindapoy es el nombre del arroyo próximo al establecimiento citrícola que la familia Bovino había comprado en la estación ferroviaria del departamento de San José, Misiones, y que en guaraní significa anzuelo fino.

Pindapoy es la gran empresa concordiense que caracteriza nuestra ciudad y por suerte aún vemos sus vestigios. Se pueden apreciar las grandes construcciones sobre las bajas casas de las zonas aledañas. Como una ciudad dentro de otra ciudad.

La empresa era tan grande, que contaba a su lado con una estación de trenes estratégicamente ubicada para llevar su carga lo más rápido posible a Buenos Aires. Una fábrica que tantos años dio su jugo. Empresa productora, empacadora y distribuidora de nuestros mejores citrus.

Pindapoy fue iniciada por Prospero y Carmelo Bovino, dos hermanos que hacían un equipo que funcionaba como un «reloj suizo». Don Carmelo lleva adelante la comercialización, distribución y relaciones empresariales en Bs As., mientras que Prospero se encargaba del proceso productivo y de toda la plantación citrícola en la región. Empresarios brillantes y super adelantados en su época.

Rápidamente, la empresa se fue expandiendo por las ciudades de Concordia, Saladas y San José, donde también tenían sus áreas productivas, logrando así una disminución en los riesgos de producción, al diversificar sus plantaciones y operaciones. Ponían los huevos en varias canastas.

Empaque de Citrus – Concordia, Entre Ríos – Cía. Citrícola Argentina Bovino SRL

Ellos implementaron un novedoso sistema de comercialización, donde subastaban las frutas al público, sin tenerla a la vista y previo a su llegada a la estación final.

La empresa se funda en 1956 bajo el nombre de “Pindapoy Sociedad Anónima Agropecuaria, Industrial y Comercial”. La presidencia la llevaba adelante Carmelo, y la vicepresidencia Prospero, manteniendo el carácter completamente familiar del directorio.

Durante este periodo los fundadores se empeñan por integrar todos los pasos de la producción bajo sus propias directivas, fundando así Fertimaq S.A. La cual se encargaba de producir las maquinarias y los fertilizantes necesarios para Pindapoy, disminuyendo así las posibilidades de frenar la producción por falta de insumos.

Del mismo modo poseían una gran cantidad de hectáreas plantadas, fábricas de cajones y pallets, para transportar las frutas en tiempo y forma.

En la década de 1960, Pindapoy se propone importar toda la maquinaria para la fabricación de jugos y aceites esenciales en Concordia, donde montaron una de las fabricas más grandes del mundo y mejor equipada en cuanto a su tecnología para encarar así una etapa de exportación, al mismo tiempo que aprovechaban la materia prima que no reunía las condiciones para comercializar. Esta producción se comercializaba en jugos enlatados, concentrados y congelados.

Para 1989 Pindapoy contaba con 7 plantas de empaque, 2 fábricas de jugos y derivados, 2 fábricas de palletes, 1 planta de insumos para empaque, 2 aserraderos, 1 fábrica de bolsas en red, la empresa Fertimaq S.A. y como unos 5000 empleados.

A finales de 1989, sin Carmelo y con el alejamiento de Prospero en la conducción de la firma, la sociedad ya deteriorada y endeudada por las políticas de la época y las dificultades en el escenario mundial, comienza un declive significativo. Finalmente, la empresa Pindapoy S.A. se vende a finales de 1991, cerrando así una empresa local, con un fuerte carácter familiar, de un gran poder de innovación, y de gran prestigio a nivel Nacional e Internacional.

Los hijos y nietos de Prospero y Carmelo han o están trabajando en la agroindustria. Porque es una familia de campo, está en su ADN. Desde aquellos tiempos lejanos, y dorados.

LA LEY GASTRONÓMICA

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