El finde la concordiense Yanina “La Panterita” Lescano defendió con intensidad y fiereza el título sudamericano Liviano y se retiró con otro más, el Latino Plata Liviano del Consejo Mundial de Boxeo, ante la colombiana Yénifer Rodríguez. Que sufrió y mucho la ola polar y la paliza.
El viernes 3 de junio, por suerte, el estadio Gigante Verde del Club Estudiantes Concordia, se llenó y se vistió de fiesta contra muchos pronósticos reservados. El deporte de los puños volvió a vestirse de gala, para ser testigos de otro capítulo en la historia pugilística de Concordia. Y fue Yanina Lescano, la actual campeona sudamericana de la categoría Ligeros, quién expuso exitosamente su cinturón continental. Y se abrochó otro más.
El combate estaba pactado a diez rounds de 2 x 1. Era una pelea muy esperada por todos. Pero «La Yani» le «dio masa» desde el arranque y la «Cafetera» no pudo terminar ni el primer round. La zurda recta y la derecha abierta, muy bien colocadas, ambas rápidas y potentes, fueron demasiada violencia para la «forastera». Quién fue abrumada, estresada, y finalmente desmoronada «más temprano que tarde». No le dieron tiempo ni para acomodarse y entrar en calor. Se «la comieron viva».
Para decirlo todo y no llamar a engaño a nadie, la colombiana hacía casi 3 años que no combatía y además su categoría es la Pluma, 57:100 Kg y no la Ligero 61:200 Kg. Podrían haberla exigido un poco más, hubo gente descontenta porque su rival no estaba al nivel de esta circunstancia.
Estábamos esperando una pelea un poco más larga, más competitiva, de ida y vuelta, de palo por palo, de tú a tú, de toma y traiga, pero Yénifer Rodríguez no tuvo las herramientas para «poner en aprietos» a esta versión de Lescano. Por suerte para «La Panterita», ya que un «día tranquilo en la oficina», no le viene mal a nadie…
La local arrancó rápido, y aun surfeando la cresta de la ola de su gran presentación internacional en el medio oriente. Se la vio rápida y furiosa. Y «le prendió el zamba» a su rival. Le contaron, le dieron el pase, y otra vez la destrucción. No duro casi nada la contienda. Aquellos «sedientos de sangre y sudor», se quedaron con «el pico dulce».
Yanina no solo es una de las mejores boxeadoras argentinas y sudamericanas. Ya es una de las mejores del mundo, y más que seguro tendrá muy pronto su gran chance a nivel internacional. Está en su mejor momento, y lista para darle batalla a cualquiera. No debe pelear estas peleas a esta altura del campeonato. Sí, viene perdiendo, besando la lona, y necesitando recuperarse y ganar en confianza, sí. Pero ella no. Esta en su mejor momento.
Se nota que ha mejorado su técnica, velocidad y atletismo. Ella ya no esta «debajo del radar» de nadie y todo el mundo la conoce y respeta. En breve sonará el teléfono para hacer las maletas y un poco más de historia grande en el boxeo. Esta en su mejor momento, con la motivación y confianza «a pleno», como para «sorprender al mundo del boxeo».
Felicitaciones a ella, a su familia, y a su papá, su entrenador, y el líder espiritual del gimnasio Mario Salvaterra, del barrio «Pancho» Ramírez: Ramón Lescano.
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