Esta receta es un deber comer todos los años en la argentina. Son esos platos emblemáticos que se suman al menú de todos nuestros frios inviernos. Es medio de los primeros. Arrancamos con los patrios (Locro o Buseca) y ya, medio a continuación, esperando llega este. La lenteja es una semilla que esta dentro de una vaina originaria del «cercano oriente» (Arabia Saudita, Nephal, Irak, Irán,) Contiene abundante hierro y es deliciosa.
Claro que algunos hacen uno «aguado», otros uno muy rico y otros inolvidables. Emocionantes. Te acordas que lo hizo pepito en la casa de fulanito una noche que hacia «importante tornillo» cerca de una estufa a leña. Se quedan «anclados» en la memoria de todos.
Ingredientes para 4 personas:
2 ch de aceite de oliva, 4 chorizos colorados, 250 gr de bondiola, 250 gr de pechito de cerdo, 2 tazas de pure de tomate, 2 cebollas, 2 dientes de ajo, 2 Zanahoria ralladas, 2 morrones rojos, 1 ch de Aji molido, 1 ch de Pimentón, 4 cdas de Perejil picado, Lentejas 500 gr, 1 l de Caldo de Verduras.
Una de las claves es cortar todo primero y luego cocinar. No hacer todo a la misma vez. Eso te estresa. Dejá los productos cortados finamente en distintos contenedores. Y luego revoléalos a la hoya.
Cortar la carne en dados pequeños y sellarlos en aceite. Cuando agarran el colorcito morado, tírale «la verdulería» encima cortadas finamente, y cocinar 10 minutos. A continuación incorporar el pure de tomates, luego el caldo moderadamente para que no te quede tipo sopa. Es guiso. Leve humedad. No tiene que quedar «tipo sopa».
Hidrata las lentejas previamente (3 horas). No toda una noche. No debemos sobre hidratarla. Porque se te van a romper y se nos malogra la receta. Incorpora las lentejas al guiso y cocínalas solo 20 minutos para que caliente hasta el centro.
Condimenta siempre al final. Ponerle el ají molido, el pimentón y el perejil finamente picado. Se le puede poner parmesano sobre la cazuela. Mejor sobre el plato. Tiene que burbujear en el fuego. Si quema en la olla llega caliente a la mesa. Saca la cabeza del plato y trata de sorber despacio y disfrutar el momento presente y celestial. Olvídate de las facturas que te llueven desde el techo.
Tiene que quedar el jugo denso. El plato pide pan de trigo a gritos. Y normalmente la gente «pierde los estribos». Los más golosos la rematan con un postre bien potoco e invernal. Perdido por perdido que siga la orgia gastronómica. La noche esta perdida. Disfrútala si decidiste «pecar»…
LA LEY GASTRONOMICA (ACTIVA 98.9 Y WWW.ACTIVACONCORDIA.COM).