La Ley del Deporte

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¿QUIEN FUE TOMMY «EL DUKE» MORRISON? POR LA LEY DEL BOXEO

Tommy Morrison (48-3, 42 KO) nació un 2 de enero de 1969 en Arkansas. Era un jugador fuerte de básquet y el capitán en su escuela de futbol americano. Era el típico chico norteamericano de los suburbios. Popular, exitoso, rubio, parecía un actor de cine, era muy atractivo para todos, y boxeador. ¿Qué le podía salir mal? ¡Era el nuevo chico del barrio! El pibe de todas las tapas de las revistas.

Tommy era un gran pegador, con un récord aficionado de 290-21, 263 KO. Pero en profesionales mostró una mandíbula frágil para el máximo nivel. Fue un gran nombre en los años 90 de una División llena de grandes nombres. Porque su facha y su gran poder de fuego eran balanceados con su falta de durabilidad. Fue un Galán con Guantes. Nadie sabía hasta donde podía llegar, pero todos lo «sospechaban» como «La Gran Esperanza Blanca».

Tommy Morrison debuta el 10 de noviembre de 1988 ganándole por KOT a William Muhammad en New York, después de perder por decisión en los Pre Olímpicos con Ray Mercer quien se iba a hacer de la Medalla de Oro. Le empezó a ganar a todos. Pegaba y volteaba. Si bien había ganado 24 por KO de sus 28 victorias, su fama internacional le llego cuando fue contratado por Silvester Stallone para filmar Rocky 5. Era Tommy Gunn, pupilo de Rocky Balboa, quien se hizo campeón mundial frente a Unión Cane.

Luego otra vez Ray «Sin Misericordia» Mercer, en octubre de 1991, le sacó el invicto en su primer chance mundialista. Arrancó muy bien, pero la mandíbula de cemento y la presión de Mercer lo vaciaron de contenido. Lo ultimaron en uno de los nocaut más violentos que se recuerden en la historia del boxeo. Le pegaron 15 cañonazos sin defensa alguna, antes de ser rematado salvajemente. Casi decapitado. Perdió un poco esa aura de invencibilidad, pero increíblemente se recuperó y parecía no tener secuelas. Había que llegar a la cima.

Se toma tres meses fuera del gimnasio y sale de fiesta en fiesta. A rodar de mostrador en mostrador. Se decía que era adicto al sexo. Retoma y gana ocho peleas por KO consecutivamente, incluyendo una contra Carl «El Verdadero» Williams levantándose de la lona. Accede a otra chance mundialista frente al mítico George Foreman. Ahí apela a sus condiciones técnicas y lo supera por puntos por el mundial Pesado OMB. Antes de que «El Gran George» obtuviera reconocimiento universal consagrándose como el campeón mundial más viejo de la historia en aquel epopéyico KO a Michael Moorer. Fama, dinero, fiestas, glamour, sexo, alcohol, drogas… «El Duke» estaba de fiesta. Era cordial, ameno, y con un gran gancho de izquierda.

Defiende exitosamente en Kansas, y luego en su segunda defensa «La Debacle Total». Es noqueado el 29 de octubre de 1993 en el Round 1 por Michael Bentt. Sin respuestas físicas ni anímicas. Sus peleas eran de ida y vuelta. De mucho drama. Luego gana siete veces más, empata con Ross Puritty tras haber estado en la lona dos veces, le gana a Donovan «La Navaja» Rudduck en una pelea excitante por KO 6, también luego de que ambos estén por el tapiz. Parecía recuperar las ganas, la forma física, y que finalmente lo iba a lograr. Pero la irregularidad, la falta de conducta, y la desmotivación lo iban a «dejar tirado» una vez más…

Firma con el promotor Don King para ir por «el pez gordo»: Mike Tyson. La expectativa seguía viva. La gente creía. Quería. Necesitaba. El 7 de octubre de 1996 enfrenta al futuro campeón mundial unificado de la máxima categoría: Lennox «León» Lewis. Lennox lo dominó desde el primer Round y lo volteó muchas veces hasta que la pararon en el sexto. Mucha lujuria y fiestas en grandes mansiones llenas de mujeres no es un buen lugar para tratar de ser «el hombre más malo del planeta».  Nunca pudo meter otra victoria resonante, ni capitalizar el aura y la mística que se formaban alrededor del chico lindo, sexy, bronceado y fornido de Kansas City. Cuatro meses después, mientras estaba por pelear nuevamente es encontrado positivo en un test de rutina. Se hizo la contraprueba y mismo resultado. Tommy fue diagnosticado como un HIV Positivo, conferencia de prensa, de nuevo «de cabeza» a las primeras planas, y por un motivo que en esos años era sinónimo de muerte. El mundo se paralizó. Se retira. Aunque quería volver y ser aquel chico musculoso, lindo, y fresco  que alguna vez fue. Pero era adicto al alcohol, al las drogas, y a otras cosas que te hacen «flecos». Su derrumbe fue estrepitoso. Se perdió mal.

Lo arrestaron por manejar alcoholizado, por posesión de drogas, de armas de fuego. Años en la oscuridad y en la vida enferma. Vuelve en el 2007 noqueando a John Castle en Virginia Occidental. Reclamaba que no tenía HIV, y que todo era una conspiración para arruinarle su carrera y su vida. Estaba en modo negación. Quería volver. Lo necesitaba como «buche en el desierto». El 9 de febrero del 2008 pelea por última vez ganando por KO en México. Y otra vez desaparece «El Tyson Blanco»…

Sus últimos años fueron «de lamentable para abajo». Las últimas fotos lo muestran junto a su esposa y sus dos hijos demacrado. Parecía un tipo de ochenta años totalmente irreconocible del hombre que pareció un modelo de televisión. Necesitaba asistencia para comer y poder respirar. Tommy Morrison murió un 1 de septiembre del 2013 en Nebraska. Tenía solo 44 años. Su muerte fue una bendición para él. Vivir, una condena…

Su nombre jamás estará en las discusiones de los mejores Pesados. Pero enfrentó y le gano a una leyenda de todos los tiempos, y compartió el Ring con otro que está en «El Salón de La Fama». Y entretuvo y enloqueció a toda una generación de fanáticos, que como «La Ley del Boxeo», cayeron hechizados con los encantos de sus dramáticas y escalofriantes peleas. Tommy «El Duke» Morrison en «La Ley del Boxeo». Q.E.P.D. Te lo mereces. Y aparte lo necesitabas…

LA LEY DEL BOXEO (MATRIX 94.9)

 

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