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LAS ESCUELAS Y LAS ADICCIONES (CONSEJO DE PREVENCIÓN DE ADICCIONES)

Uno de los espacios importantes para la prevención de adicciones son las escuelas. ¿Pensaron alguna vez que sería de nuestras vidas si no vendríamos acá? ¿Si no supiéramos leer ni escribir? ¿Si no aprendiéramos materias, normas, ni recibiéramos talleres? ¿Si no tuviéramos compañeros y amigos? ¿Si no hiciéramos las actividades y recreaciones que el colegio nos brinda?

Estarían todo el día encerrados en sus casas, mirando el techo, metidos en la compu, sin amigos, aburridos, solos, y desmotivados. O en la calle, el campito, el parque, la costanera, la placita, la playa, y hartos de deambular. Algunos conseguirán un trabajo como para aprender algún oficio puro y duro, y otros a eso no se lo bancarán.

Y, si están al lado de su vieja «haciendo nada» todo el día, sin proyectos, obligaciones, ni sueños, durmiendo, con culpa, sin diversión ni afecto, van a querer, como cualquier persona, canalizar su angustia por algún lado. Y un mal día podrían querer salir de ese estado con drogas. 

Los mejores momentos de la vida, muchas veces, se pasan acá en la escuela, el recuerdo de los muchachos, los campamentos, las clases, las pruebas, los deportes, los aprendizajes, las charlas, las salidas, los galpones, las carrozas, las estudiantinas, viajes de estudio, los profes, pero fundamentalmente un lugar y sentido de pertenencia, una «guarida» de afecto y contención, de gente que quiere lo mejor para vos.

Quizás quieran que toque el timbre, irse y que yo deje de hablar. No los culpo, a mí me pasaba algo parecido. Pero cuando me falto el colegio lo extrañe, me extravié, y me angustie. Me habían quitado a mi segunda casa.

El colegio te da cultura general, te servís del «mundo aparte» del otro, te ordena los horarios, te ayuda a socializar, y te va guiando en tu camino por esta vida. Aprovechen la escuela, además de los clubes, los centros de desarrollo social, de salud, etc. Y vayan buscando su zona de interés, percibiendo que los «enciende» y les gustaría hacer. Si te gusta lo que hacés… La vas a «romper». 

La escuela es el ámbito donde se aprende diferentes áreas del conocimiento y el saber humano, que van desde cuestiones científicas como la física, la biología, la matemática, pasando por cuestiones sociales como la historia, la literatura, el arte, hasta cuestiones prácticas como la tecnología, o la educación …

También se va a aprender a estar con los otros; se enseñan habilidades sociales y emocionales que nos permiten convivir mejor. Acá tenemos amigos que nos invitan a sus casas, sus clubes, a ver la tele, al centro, el parque, a comer un guiso, un cumple, una fiesta, o un finde afuera.

Acá te reís, disfrutas, te querés y te sentís cuidado. La calle es dura y nos puede «comer crudo». Y más temprano que tarde. Aprovechen y disfruten de las escuelas.

En los colegios es donde ustedes se van a concretar, desde acá van a encontrar las herramientas para poder salir adelante. La capacitación y el aprendizaje de acá son imprescindibles para poder trabajar, hacer actividades recreativas, tener una familia, una casa, una linda ropa, comer rico y bien, y conocer lugares distintos y hermosos.

Disfruten y sírvanse de las materias, los talleres de radio, de música, de electricidad, jardinería, de futbol, de boxeo, de danza, de cocina, para coser y tejer, o de los que les guste.

Son momentos irrepetibles e inolvidables. Estos establecimientos son como santuarios que los van a proteger de las epidemias como el hambre, la violencia, la marginalidad, la enfermedad, y la drogadicción. No es garantía pero reduce y mucho las chances. 

El aula es un dique que frena el avance de estas culturas dolorosas que te llevan a una vida muy sufrida y sin rumbo, luego a la enfermedad, a la soledad, y finalmente a una muerte con mucha «más pena que gloria».

Mantengan limpios y ordenados los lugares donde frecuentan. Eso hace mucho al bienestar de ustedes para poder sentir paz, tranquilidad, estar concentrados, y estar mejor parados para buscar sus metas, sus objetivos, y sus sueños. Cuiden los establecimientos que cuestan mucho y están diseñados para que ustedes puedan vivir bien. Aprendan a limpiar y a tener todo lindo y bien olido. 

La escuela, además, es una instancia que proporciona a los alumnos defensas para no iniciarse en el consumo de sustancias psicoactivas. Como por ejemplo con estas charlas experienciales que damos en las instituciones. Las escuelas constituyen un ámbito bárbaro para los programas de prevención del consumo de drogas, por al menos cinco motivos:

1) La prevención debe centrarse en los niños antes de que se desarrollen sus creencias y expectativas erróneas acerca del abuso de sustancias. Por eso los jóvenes son la «mejor tribuna».

2) Las escuelas ofrecen el modo más sistemático de llegar a las personas jóvenes, ya que casi todos están escolarizados y tienen el equipamiento para los talleres.

3) Las escuelas pueden promover una amplia gama de estrategias educativas sobre las drogas. Como convocar a profesores, consejeros, sicólogos, psiquiatras, operadores terapéuticos, y otro tipo de personal, que constituyen un valioso grupo de prevención.

4) La institución puede poner en práctica talleres donde ellos mismos son los protagonistas: haciendo afiches, pasacalles, dando charlas ellos mismos, con apoyo de Power point, pósteres, flyiers, audios y/o videos sobre el uso y abuso de las drogas.

5) La escuela es el lugar donde los estudiantes viven un sinfín de experiencias y ahí también adquieren conocimientos básicos de lo que está bien y lo que les hará mal. Que los ayudará a conocer y entender todo lo que existe a su alrededor, desarrollar múltiples habilidades cognitivas, motrices, y sociales.

Sí, queremos cambiar nuestras vidas y el mundo, tenemos que empezar por querer, disfrutar, y ordenar nuestra casa y las instalaciones de estos lugares. Y que ustedes tienen que aprovechar.

Y si tienen problemas de adicciones pidan ayuda. No pedir ayuda es cargarse de ansiedad, depresión, ataques de pánico, fobias, drogas, alcohol, soledad… Hay que levantar la mano y decir: «necesito ayuda, no puedo más y quiero salir, me pasa esto, y aquello. Decime que hago, que quiero volver a vivir sanamente». 

Aunque parezca que nadie se preocupa y algunos los llaman «los nadie», «las lacras», «las basuras», «los fantasmas», o «los rotos», no es así. Hay gente que ayuda a los adictos en situación de calle. Para que podamos contar con ellos nuevamente, en una sociedad, como seres libres. Y no esclavos de las drogas. 

CHARLAS SOBRE CONSUMOS PROBLEMÁTICOS DE CONCORDIA

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