¿QUE FUE LA CABALGATA DEPORTIVA EN DIARIOS Y REVISTAS PARTE 3? POR LA LEY DEL DEPORTE
Ha habido periodistas que emprendieron la titánica tarea de recopilar y contarnos la historia de los grandes diarios, revistas, y periodistas deportivos argentinos. Íntimamente ligada a la de nuestro país y sus cambios. Todo paso por ahí. Esta es la tercer y última parte de ¿Qué fue la Cabalgata Deportiva en Diarios y Revistas? Por La Ley del Deporte.
Ya metiéndonos en la década del 50, apareció una hermosa revista llamada Mundo Deportivo, que compitió con la Revista El Gráfico y la Goles. En diarios se consumía mucho Clarín, La Nación, y La Razón. Y el deporte se practicaba cada vez más. Pero el deporte era considerado algo «recreativo» y menos «importante».
Recién a partir del Mundial Inglaterra 1966 se empezó a tener un nuevo y gran espacio en las secciones deportivas y se enviaron más escritores especiales al exterior. Con gente muy preparada y tremendas plumas, el periodismo gráfico seguía muy acosado por los avances electrónicos de la radio y de la televisión. Si no estaban los mejores, iba a estar «condenada a muerte» por la modernización.
En la década del 60 se mandaba la información por una máquina telegráfica, hoy obsoleta, preparada para enviar y recibir mensajes mecanografiados. Punto por punto a través de un cable simple de Telégrafo. Muchos escribas venían de la facultad, de la docencia, o de la literatura. Encontraban en estos diarios y revistas una plataforma para expresarse, difundir, y comunicar algo importante para la comunidad.

Todos los periodistas a las corridas, buscando la palabra justa, el concepto deseado, la metáfora que enamore, y evitando siempre errores u horrores gramaticales. Corrigiendo, corrigiendo, hasta lograr la excelencia, o algo que se le acerque. Todos, tratando de ser «un volcán de ideas creativas». Hacer el trabajo de la mejor manera. Hacer lo mejor que uno pueda.
Los textos empezaron a ser cada vez más agradables, con buen humor y de una redacción precisa. Con el correr del siglo 20 la información cada vez más se mezclaba con la interpretación y con la opinión. Se vio la introducción de periodistas especializados en diferentes géneros periodísticos. Viajes de enviados especiales para tratar las noticias desde lugares más directos. Muchos de estos desconocidos y remotos.
Los cronistas deportivos argentinos más leidos fueron los hermanos Campagnale, Hugo Gambini, Osvaldo Ardizonne, Dante Panzieri, Enzo Ardigó, Cherquis Bialo, Carlos Juvenal, Juan de Biase, Alfredo Praga, Diego Bonadeo, Horacio Pagani, Osvaldo Principi, Rodolfo Bracelli, «El Negro» Villa, Ulises Barrera, Horacio García Blanco, y Ezequiel Fernández Moore. Ellos son las mejores plumas que disfrutó quién esto escribe. A otros uno les desconoce sus nombres reales, porque tenían pseudónimos o nombres artísticos.
En Concordia, según mi inagotable fuente del pasado, el señor Horacio «Batata» Cresto, El Heraldo no se dedicaba al deporte. Escribía Saúl Centurión en el diario El Sol, Pajarito González en el Diario Concordia, El Loro Rodríguez, Carlitos Mondolo, Emilio Scarinci, «El Gordo Gallo», Cascardo, «El Huevo» Bradanini, Oscar Noblega, Jorge Eduardo Scarinci, «El Negro» Candia, Juan Carlos Valdez, Luis Pared, el mismo Horacio Cresto quién mandaba notas para ser publicadas, y Adolfo Badaracco.
Luego siguieron buenos y muy leídos escribas como Edgardo Perafán, Juan Carlos Valdez hijo, Alejandro «El Guyi» Dezuliani, Gustavo Cardozo, y «Juani» Segovia, entre otros.
Hoy lideran videos cómicos y desopilantes de gente que quiere ser famosa porque sí. Famosos youtubers, famosos facebookers, o famosos instagramers, etc. Quieren fama, pero no saben para qué ni están dispuestos a pagar el precio por ella… Uno lee: «Acá desayunando con fulanito», «Que duro entrenamiento con Pepito», «Una cervecita para refrescar el cuerpito»… Te cuentan el paso a paso de sus ordinarias vidas. ¿Y qué querés? ¿Qué tire cohetes? ¿Qué me infle? Eso hacen los comunicadores aficionados, y los profesionales a veces caen en la trampa de la obsecuencia obscena, del periodismo superficial, y del escándalo sensacionalista: «Ayudame porque si no «te pego»… Si me ayudás… ¿A quién hay que matar?» Nos viene comiendo la mediocridad.
La difusión de la prensa gráfica juega un papel importantísimo en el ámbito del deporte, y ha permitido fomentar la actividad física y la vida sana. Permanentemente atrayendo a nuevos chicos y a nuevos deportistas a los diferentes eventos que se organizan, a lo largo y a lo ancho de la República Argentina. Escritores de prensa deportiva en diarios y revistas habrá siempre. Hablar habla cualquiera, escribir y bien… Mmmmm «corta la bocha», poquitos. La necesidad de contar lo que pasa, de expresar tus pensamientos, sentimientos y necesidades con la boca o con las manos es uno de los primeros y últimos signos de vida. Y así seguirá siendo. ¡¡Y para los lectores empedernidos como La Ley del Deporte es una muy buena noticia!!
Antes se escribía mucho mejor. Se buscaba el tono justo para cada nota. Los medios invertían más en recursos humanos, ahora solo tecnología… Se leía más y a cronistas mejores. Por eso eran más prestigiosos. Como bien Borges decía: «Uno es por lo que lee, no por lo que escribe».
LA LEY DEL DEPORTE (MATRIX 94.9)