La Ley del Deporte

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JORGE «LOCOMOTORA» CASTRO VS JOHN DAVIS JACKSON POR LA LEY DEL BOXEO (14/12/19)

Jorge Fernando Castro (130-11, 90 KO), fue uno de los diez mejores boxeadores de la historia Argentina. Un genio de pies a cabeza, un peleador callejero, mandíbula de acero, mañero, un artista del Ko, y más todavía. Le pusieron «El Roña» por busca roña. Una manera de llamar a los que siempre buscan quilombos. En un momento fue el boxeador activo con más victorias por KO en el mundo. Nacido en Caleta Olivia, un lugar remoto y desolado de la Patagonia Argentina.

Castro se hace famoso porque peleaba todos los fines de semana. No preguntaba donde, cuando, ni contra quien. Cuánto hay nomás. Tras 128 peleas como amater salta al campo rentado. Y eso pavimentó el camino para convertirse en profesional dos años antes del permitido por la Federación Argentina de Boxeo. Se transforma como profesional a los dieciocho. Pelea 144 veces como rentado.

La pelea que lo salta a la fama fue cuando le gana en el más famoso estadio desde el Ecuador para acá: El Luna Park de Buenos Aires. Cuando se enfrentó  Miguel Ángel «El Puma» Arroyo en diciembre de 1989. Ambos eran los prospectos más calientes de su división. Castro lo noquea en el Round 9.

Trece años después de la pelea con Arroyo, Castro viaja a México para defender su nuevo «chiche»: el cinturón mundial Mediano AMB frente a su viejo dueño: el invicto hasta ese momento John David Jackson (36-4, 20 KO). Que andaba resentido porque lo había perdido «en los escritorios».

«No se que me pasó esa noche. Me dieron la paliza de mi vida. Los zurdos siempre fueron complicados para mí. Siempre conectaba antes de que pueda tirar algo como la gente. Tanta biaba causaron que mis ojos se hinchen y después que se me corten por todos lados», contó «El Roña». Desde el séptimo Castro queda ciego para seguir. La esquina trabajaba a diestra y siniestra para que lo dejen continuar, pero los Doctores querían pararla. La esquina suplicaba…

En el Round 9 Castro se hizo pasar por muerto. Se deja ver que Jackson estaba por noquearlo. Jugo a la estatua. Se recostó en las sogas y espero que se le venga… «El Roña» simula estar listo para ser sacado. En una milésima de segundo decidió hacer una maniobra inmortal. Y ese milisegundo fue uno de los más gloriosos de la historia del boxeo argentino. Castro le erró con una derecha bien salvaje, pero lo conecta con una izquierda la pera en combinación a Jackson. Con todo el poder. Jackson cayó por primera vez a la lona. Se levanta pero lo tiran nuevamente. Vence la cuenta, pero sin reservas físicas ni anímicas…

La pelea fue nominada por The Ring Magazine «La Biblia del Boxeo»: «La Pelea del Año 1994» y la eligió «El KO del Año 1994», y «El Round del Año 1994». De vencido a vencedor en una milésima de segundos. Tuvo todos los condimentos para ser histórica. En un clásico choque entre boxeador estilista con un boxeador callejero. Castro raramente salía a correr o a darle a la bolsa. Era de subirse al ring y guantear 15 Rounds con sus compañeros. Eso le dio, según él, un conocimiento del físico humano por encima que sus rivales. Y también porque peleaba todos los meses.

John Davis Jackson ya había ganado el Mediano OMB frente a Lupe Aquino en 1988. Lo manejaba al famoso Emmanuel Steward y George Benton. Estaba invicto y siempre en buena forma. Que más se le podía pedir. Era mucho más que lo que Castro podía llegar a decir de él mismo. Y le estaba ganando por escándalo. Dándole una lección de boxeo. Parecía que iba a lograr lo que ni Roy «Super Man» Jones  ni Terry «El Terrible» Norris pudieron: noquear a Jorge Castro.

La pelea se calentó en el Round 5. Se dieron con todo. Castro sangraba por los ojos, orejas y boca. Al final de Round 8 había sangre por todos lados. En el cuadrilátero, en la ropa de los boxeadores, y hasta en la de los entrenadores y jurados. La esquina de «el Roña» clamaba por un Round más. Cuando suena el noveno la acción era sin descanso. Jackson atacando y Castro tirando y errando «a la grande».

El knockout es digno de ser mirado en cámara lenta y en detalle. Ciego por su propia sangre, y al borde de ser parada la pelea, Castro saca una derecha viciosa que falla, pero le da continuidad a una zurda inmortal. Momentos antes venía castigando Jackson y Castro finge desmoronarse (según él). El yankee va a terminar con lo que empezó, pero cae en una trampa fatal. Pum. Abajo y desplomado al suelo. Su peor pesadilla se hizo realidad. Se levanta, le dan el pase, pero Jorge se le tira encima y lo tira. La última fue solo para cerrar una noche «sin fin». Castro la hizo muchas veces a «esa jugada».

Las lucrativas peleas contra Trinidad, Toney y Jones desaparecieron para Jackson. Castro se convirtió en una celebridad. La gente lo amo. Y lo sigue amando como siempre. John David Jackson nunca llego a ser lo que prometía. Esa derrota lo quebró. El 19 de abril de 1997 se gana, en buena ley, la chance de pelear por el titulo mundial Mediano FIB nada menos que frente a Bernard «El Ejecutador» Hopkins y pierde por KO. Luego cae otra vez con «Locomotora» el 20 de enero de 1998 por Decisión. Y se retira el 5 de agosto de 1999 ganándole por KOT Dave Boone.

Hoy es un muy respetado entrenador. Pero su momento de ser un grande en el boxeo ya había pasado. Y Castro, con «Su Mano de Dios», se lo había arruinado…

Matrix 94.9 y www.radiomatrix949.com

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