La Ley del Deporte

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LA FATIGA MUSCULAR POR «LA LEY DEL DEPORTE»

La fatiga muscular experimentada durante el ejercicio es asociada con altas concentraciones de ácido láctico. Que te van poniendo lento y desconectado con tu cuerpo. Se acumula cuando el cuerpo no tiene la capacidad de lavarlo lo suficientemente rápido. El problema con la acumulación de ácido láctico es que interfiere directamente en la contracción muscular. Vas perdiendo dinámica, agilidad, atletismo…

El ácido láctico se produce en el curso del metabolismo anaeróbico. Cuando corremos, nadamos o pedaleamos «sin aire» se va acumulando, y de a poco «envenenando» a nuestro cuerpo. Vamos quedando sin energía ni movilidad. Si se necesita mucha energía en, por ejemplo, un pique corto o una aceleración abrupta, vamos a empezar a hiper ventilar.

¿Qué produce esa fatiga y la sensación de dolor o quemazón de los músculos durante los esfuerzos cortos e intensos como los trabajos en bloques o de pocos minutos de duración?

Esto ocurre al comienzo del ejercicio o al final de la sesión cuando la intensidad del ejercicio es tan alta que el sistema oxidativo no alcanza a cubrir las necesidades energéticas del músculo.

El efecto global del ácido láctico es una reducción en la cantidad de energía disponible. Lo que produce es que se acidifiquen las fibras musculares. Se acumula en los músculos porque el cuerpo no lo está reciclando. Produce fatiga, náuseas, malestar, suben mucho las pulsaciones, te ponés pesado y en «cámara lenta».

Con el entrenamiento el cuerpo se volverá más eficiente a la hora de reciclar el acido láctico. Trabaja con déficit de oxígeno nos provoca que el cuerpo empiece a acumular ese ácido láctico. Para recuperarnos va a ser de gran ayuda un trote de 45 o 1 hora al día siguiente para oxigenar el músculo y que se vaya eliminando todo ese ácido láctico que quedó depositado.

La mejor forma de mejorar la tolerancia al ácido láctico y el umbral de lactato, es a través del famoso entrenamiento en bloques. Es una gran alternativa al entrenamiento de larga duración y baja intensidad en donde el volumen de oxígeno no es disminuido. Con los «piques» la tolerancia al ácido láctico puede ser mejorada, lo cual potencialmente resultará en una mejor forma atlética.

La respiración, primer y último signo de vida, se necesita como «buche en el desierto». Y mantenerla pura y fresca es imprescindible para cualquier deportista. Para uno bueno, uno más o menos, y también para uno menos que más.

LA LEY DEL DEPORTE (RADIO MATRIX 94.9)

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