El viernes 27 de agosto retornó el boxeo a la ciudad de Colón, con un gran Festival en el Club Defensores de Colon, organizado por el Team Nicolás Camino. Una escuela modelo a nivel provincial. Que deberían mirar e imitar las próximas generaciones de entrenadores. Fiscalizo la Federación Entrerriana de Box y animo Mauricio «Mota» Medina, quien emociono a la multitud con el homenaje al boxeador y primer entrenador de Cristian «Chucky» Roldán: Héctor Agustín «Chiquito» Cirolla.
La pelea estelar fue profesional entre el local y conocido Pablo “Manojo” Romero y Cristián «Money» Díaz, de Buenos Aires. Romero, de 21 años de edad, cuenta con un amplio recorrido por el amateurismo, donde no solo fue campeón entrerriano e interprovincial, sino que representó a la Selección Argentina Juvenil en varias giras internacionales.
Su estreno en el campo rentado había sido en enero en la localidad santafesina de Pérez y terminó con un inesperado nocaut ante Joel Nazareno Vinale, en una pelea que tenía dominada y seguramente se iba a llevar en las tarjetas.
El viernes, en el segundo round, otra vez malas noticias: le llego una mano que lo tiro al tapiz fuerte y pesado. Tanto es así que su salud inquieto a toda la gente que agoto las entradas del gimnasio. Por suerte Pablo fue llevado al hospital para ser evaluado y se encuentra con un buen estado de salud.
«Manojo» Romero entrena y hace lo mejor pero no esta siendo suficiente. No hay excusas: el salto al campo rentado ha sido malo y ahora debe descansar con su familia y analizar cuidadosamente su futuro. Ha boxeado toda su vida y el boxeo le dio mucho, así que no es tan fácil decir adiós. El boxeo es su lucha y su elemento. El chico es un guerrero y los guerreros son felices en la guerra. Nadie le puede sacar ese derecho. Los invencibles no existen. Sería bueno para el, si, retroceder pero para volver luego con más impulso. Y deberá mostrar una mejora notoria con un más bajo nivel de oposición.
En la preliminar gano el concordiense Cristian «Chucky» Roldán en una pelea muy peleada contra un gran rival como Esteban Delgado. Hubo intercambios excelentes entre los dos. El gancho al cuerpo fue un gran factor para inclinar la balanza en favor de Roldán. También se agarraron y palanquearon abundante. La ansiedad tras el largo parate se sintió. Los rounds fueron cerrados y competitivos.
Las otras preliminares fueron buenas, los gurises se sacaron el oxido de la pandemia, se hicieron más conocidos como boxeadores, se pudieron mantener activos y motivados. Y «la popu», salvo por el desenlace final, disfruto de una gran velada realizada por una gran familia.
LA LEY DEL DEPORTE (MATRIX 94.9)
